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Licenciado en Historia por la Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Estudios Superiores "Acatlán" (2003-2007). Profesor de la materia de Historia del Mariachi (2014) de la Escuela de Mariachi Ollin Yoliztli en Garibaldi. Maestro en Historiografía por la Facultad de Historia de la Universidad Michoacana San Nicolás de Hidalgo (2017-2019). Inscrito al Doctorado Interinstitucional de Arte y Cultura (DIAC), Campus León. Becario Conacyt (2021-2025)

31 jul 2018

"POR MI GUSTO NO ME IRÍA DEL PAÍS"


El Universal. El Gran Diario de México, Año XX, Tomo LXXVII, sábado 11 de abril de 1936, Primera plana y página doce.

 "POR MI GUSTO NO ME IRÍA DEL PAÍS"

Si lo dispone el señor Presidente, obedeceré su determinación: dijo el Gral. Calles

Eran las veintidós horas y veinte minutos del jueves, cuando el general de brigada Rafael Navarro Cortina, comandante de la Primera Zona Militar, llegó a la hacienda de Santa Bárbara donde se encontraba el divisionario Plutarco Elías Calles, a fin de cumplir las instrucciones que había recibido de la superioridad; para que el ex Presidente de la República abandonara el país en las primeras horas de ayer. No hubo alarde de fuerza armada. Únicamente acompañaron al general Navarro Cortina, el brigadier Othón León Lobato, Jefe de su Estado Mayor; el coronel Adolfo Echegaray, comandante del 19o. batallón, un mayor y tres oficiales.
Damos a continuación los informes que se nos proporcionaron en la Comandancia de la Guarnición de esta plaza. Pretendimos entrevistar al general Navarro Cortina pero no estuvo en sus oficinas durante el día de ayer. El general Othón León Lobato nos dio informes con la sobriedad que caracteriza los partes militares.
CON EL GENERAL CALLES
Cuando el comandante de la Primera Zona y sus acompañantes llegaron a la hacienda de "Santa Bárbara” se identificaron y solicitó aquel jefe una entrevista con el divisionario sonorense, que se encontraba en sus habitaciones, a donde lo invitó a pasar. El capitán Navarro Cortina expuso al general Calles que llevaba instrucciones de la superioridad para manifestarle que, por acuerdo del Presidente de la República, debería abandonar el territorio mexicano a las primeras horas del día y que, al efecto, ya se había preparado un avión para transportarlo a la frontera norte.
– ¿Cuál es el motivo de mi expulsión? Preguntó el general Calles.
Lo ignoro señor –contestó el comandante de la Primera Zona–. Soy militar y cumplo una orden.
Después el general Navarro hizo notar al general Calles que sabía que su expulsión se debía a una necesidad de salud pública.
–Por mi gusto no abandonaría mi país– replicó el general Calles, pero si lo dispone el señor Presidente de la República no tengo más que obedecer su determinación. Voy a preparar mi viaje.
CAMINO AL EXILIO
El general Navarro se retiró de la hacienda de Santa Bárbara manifestando que regresaría (no se puede leer) dicho jefe a la capital a tramitar asuntos relacionados con su cargo. Regresó a las seis horas y treinta minutos de la mañana, a la finca del general Calles. Había ya un grupo de soldados en el exterior perteneciente al 19° batallón de infantería. También habían llegado comisionados designados por la Jefatura de la Policía del Distrito Federal. Una fila de automóviles rodeaba la hacienda de Santa Bárbara.
Cuando el general Navarro Cortina se presentó nuevamente ante el señor general Calles, éste dijo:
—Estoy a sus órdenes…
Con el ex Presidente de la República estaban algunos de sus familiares, su secretaria particular, la señora Soledad González de Ayala González, y el capitán Manuel Fuentes, su ayudante. Acompañaban al general Navarro Cortina, los militares a que hemos hecho referencia al principio de esta nota, y asumió el mando de los soldados del 19º Batallón el teniente coronel Amador Jiménez, quien trato con cortesía a quienes llegaron a Santa Bárbara para interesarse por el general Calles.
Tomó el general Calles su desayuno acompañado de sus familiares y del doctor Abraham Ayala González, médico de cabecera, quien lo estaba atendiendo, pues hay que hacer notar que el exiliado político dejo de vivir en su casa de Anzures desde hace algunos días y se trasladó a Santa Bárbara por encontrarse enfermo de gripe.
Dos belices de poco peso, con ropa interior, constituían el equipaje del general. Antes de las ocho se emprendió la marcha rumbo al exilio.
EN EL PUERTO AEREO CENTRAL
Serenamente se despidió de las… (Sigue en la página doce, columna tercera)… personas que estaban en su residencia. Con el general Navarro, con su hijo Alfredo Elías Calles, con su ayudante el capitán Manuel Fuentes. Ascendió a un automóvil. Detrás iban el general Othón León Lobato, el coronel Echegaray, y los ayudantes de la comandancia de la Primera Zona. Siguió el grupo de Santa Bárbara al Puerto Aéreo Central.
Ya se encontraban en el Puerto Aéreo Central, cuando llegó el general Calles, los señores ingeniero Luis L. León, Luis N. Morones y Melchor Ortega, con el general Vicente González, Jefe de la Policía del Distrito Federal, el segundo comandante de agentes señor Lorenzo Díaz González, y otros empleados policiacos. También había militares comisionados y estaban destacados contingentes de policías. Había en el campo numerosos automóviles. La llegada del general Calles al campo de Balbuena, produjo expectación. Se mostraba sereno. Saludó a sus conocidos y esperó a que estuviera listo el trimotor que había que llevarlo fuera del país.
Cuando se le acercaron los representantes de la prensa, dijo:
—Nada tengo que decir.
Preparada la máquina aérea, subió a ella seguido de su hijo Alfredo, de su ayudante Manuel Fuentes y después ocuparon los asientos de la cabina, don Luis N. Morones, el Ingeniero Luis L. León y el señor Melchor Ortega. El avión se deslizó de tierra a las ocho horas. Regresó el general Navarro a rendir parte de haber cumplido con las ordenes que se le habían dado, en lo que respecta a la detención del general Calles, pues solamente a las autoridades militares compitió este caso. Las detenciones de los señores Ortega, León y Morones, las llevaron a cabo elementos de la policía al mando del general Amado González.
PASO POR TAMPICO. Únicamente para EL UNIVERSAL
TAMPICO, Tamps., abril 10 de 1936. —A bordo del avión especial que salió esta mañana de la capital de la República con destino a Brownsville, pasaron por el Puerto Aéreo local a las once horas: el general Plutarco Elías Calles y los señores Melchor Ortega, Luis N. Morones, Luis L. León y Alfredo Elías Calles.
El avión se detuvo apenas el tiempo, indispensable para reacer (sic) su carga de combustible e inmediatamente levantóse para volar hacia el Norte.
E] viaje de los cuatro políticos pasó completamente inadvertido para los habitantes de Tampico.
EL CORRESPONSAL.
EN MATAMOROS. Únicamente para EL UNIVERSAL
MATAMOROS, Tamps., abril 10 de 1936.—A bordo de un avión especial, arribaron hoy a la vecina ciudad de Brownsville, Texas, el ex Presidente de México, general Plutarco Ellas Calles y los señores Luis N. Molones, Luis L. León y Melchor Ortega, quienes fueron expulsados del país por acuerdo del Presidente de la República.
Después de esperar con gran impaciencia un avión que los llevará más al Norte, el general Calles declaró que no tiene pensado regresar a México hasta que se aclaren los últimos acontecimientos que han conmovido a la Nación.
Acompañan a los mencionados varios oficiales del Ejército, los cuales regresarán mañana a la ciudad de México, después de haber cumplido las instrucciones del Presidente de la República.
Estos oficiales recibieron de los señores Calles y acompañantes un voto de gracias por las cortesías que tuvieron para ellos.
CIRCULAR A LOS GOBERNADORES
La Secretaria de Gobernación —según se nos informó— envió a los Gobernadores de los Estados, una circular en la que les informaba de la expulsión del país de los señores general Plutarco Elías Calles, Luis N. Morones, Luis L. León y Melchor Ortega, expresándoles las razones de interés social y de salud pública, por las cuales el Ejecutivo había procedido a tomar esta medida.

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